Como Don Bosco, ¡con los jóvenes, para los jóvenes!

  Esta es la base de la reflexión para todas las casas salesianas del mundo a lo largo del año. En ella podemos diferenciar tres elementos distintos con un mismo eje común: continuamos la misión de Don Bosco, tomándolo como modelo pero haciéndola propia y actualizándola a nuestra realidad.

 

  Como Don Bosco:

   Estamos llamados a continuar la misión de Don Bosco, nos toca hoy a nosotros ser Don Bosco en Puerto Deseado.

  Pero en una comunidad tan diversa como la nuestra está bueno preguntarnos (e intentar respondernos) algunos interrogantes que pueden sonar básicos pero que se vuelven fundamentales al querer hacer carne a Don Bosco en nuestra comunidad.

  ¿Cuál es la misión salesiana?

  La evangelización de los jóvenes. Proponerles “que se encuentren gradualmente con Jesús, vivan plenamente su humanidad y se hagan protagonistas y corresponsables en la construcción del reino de Dios en el mundo… Se caracteriza por un estilo de mediación educativa”. (cfr31).

Resumida en el concepto evangelizar educando y educar evangelizando.

 

  ¿Cómo hacía, vivía y educaba Don Bosco?

   No podemos estudiar por un lado su vida, por otro su espiritualidad, por otro su pedagogía y por otro su misión. Sería disociar a la persona que mejor interpretó en el siglo XIX el concepto integral del ser humano en el contexto pedagógico y desarrollo una propuesta educativa integral con centralidad de la persona a la que llamó Sistema Preventivo.

 

  Sistema Preventivo

   Este método educativo creado por Don Bosco es mucho más que una tesis pedagógica, es una espiritualidad, es decir que transforma desde adentro todo nuestro ser, y por eso se vuelve un estilo de vida y de acción.

 

• Es metodología pedagógica: Que se caracteriza por tres elementos fundamentales que se ponen en juego en cada intervención y en el modo de concebir la educación; la razón, la religión y el amor. Y que tiene dos aplicaciones bien prácticas; la asistencia (estar en medio de ellos) y el clima de familiaridad.

• Es una experiencia espiritual: Es decir que hacemos experiencia del amor de Dios, y eso nos transforma profundamente y nos permite redescubrirlo cada día presente en los jóvenes. Y al mismo tiempo ellos lo descubren a través de nuestros gestos de caridad.

• Es una propuesta de evangelización: Acerca el evangelio de Jesús a los jóvenes en su mundo y a su estilo, valorando la cultura juvenil. A partir de ahí se desarrolla todo un nuevo estilo de crecer como personas plenas que llamamos; Espiritualidad Juvenil Salesiana.

 

   Con los jóvenes

   Una intuición de Don Bosco que se volvió estilo distintivo de la acción educativa salesiana es el trabajo con los jóvenes. La inclusión de ellos en roles protagónicos, a través de un “diálogo horizontal que nos enriquece y estimula recíprocamente” y nos permite mantener estilo juvenil y familiar de nuestra misión.

  Mirar a Don Bosco nos hace entender que la educación salesiana implica estar con los jóvenes y en medio de ellos. El lugar físico de la presencia del educador es fundamental; la asistencia es presencia activa que anima e invita a hacer el bien y a vivir con esperanza y alegría los desafíos que el crecimiento le va proponiendo a la persona.

  El Rector Mayor nos explica que el “con los jóvenes” implica demostrarles que son nuestra predilección pastoral no solo con palabras porque “esta visibilidad exige discernimientos, opciones y renuncias. Significa ante todo gratuidad en el servicio, relaciones fraternas alegres y detallistas, en un proyecto comunitario de oración, encuentros y servicio”… El desafío es grande, ser como Don Bosco no es

fácil pero vale la pena.

   La recompensa la encontraremos en los mismos jóvenes, porque “ellos son un don para nosotros”. “Los jóvenes nos salvarán, nos sacarán de nuestras rutinas, inercias y miedos”. Ellos nos recargarán de sentido nuestro ser y nuestra hacer, nos harán redescubrir nuestra vocación y junto a ellos profundizaremos nuestra espiritualidad.

“¡Les debo la vida!. les prometo que de ahora en adelante toda ella será para ustedes” (MO59).

 

  Para los jóvenes

    Toda la misión de la obra salesiana tiene como destinatarios preferenciales los jóvenes y entre ellos los más pobres. Continuar la misión de Don Bosco implica, en primer lugar, respetar los destinatarios originales.

• En nuestro contexto histórico y geográfico nos toca asumir el desafió de:

• Ser una “Casa Abierta con pluralidad de iniciativas convocantes y propuestas oportunas a los problemas de los jóvenes”.

• Ir a “las periferias” físicas y espirituales, ahí donde están los jóvenes esperándonos, necesitando propuestas de Vida.

• “ser modelos de referencia creyentes y adultos… Necesitan mirarse en otros, reconocerse a sí mismos y aprender a vivir su fe, más por contagio (por testimonio de vida) que por adoctrinamiento”.

 

   Lema:

 

• Como Don Bosco, ¡con los jóvenes, para los jóvenes!

• El camino al bicentenario

• Desde hace unos años que nos venimos preparando para el bicentenario de Don Bosco. Y como casa no quisimos que sea solo un festejo sino una celebración de nuestra propia identidad carismática.

• Por eso en el 2013 pusimos la mirada en “la vida que nos espera” porque veíamos con dolor y preocupación las pobrezas de nuestros chicos y chicas (adicciones, superficialidad, consumismo, incomunicación, apatía, desánimo, soledad, sin sentido, etc.) y reflexionamos sobre las cosas positivas que cada uno posee y puede “dar” a los demás e incluso para ayudarlos a superar esas problemáticas.

• En el 2014 quisimos dar un paso más en este desafío y centrar la reflexión en lo que da sentido profundo a nuestra existencia, en eso o en ese que lo cambia todo y nos hace ser.

• Este año queremos ser respuestas a esas problemáticas juveniles, queremos ser reflejo que ayude a los jóvenes a descubrir sus potencialidades y ponerlas al servicio de los otros, queremos ser portadores de esperanza que les ayude a los jóvenes a llenar de sentido sus vidas… queremos ser como Don Bosco.